Se dice que la otra cara de la crisis es la oportunidad, esto así porque en el alfabeto chino hay caracteres comunes, aunque invertidos, en ambas palabras, de todas maneras esto también es válido desde una aproximación optimista de la realidad. Ante cada reto o dificultad podemos prestar atención a las oportunidades.
Yo no se si este ha sido el pensamiento que ha predominado en los integrantes de las asociaciones hoteleras de la costa Norte y la directiva de Asonahores, no se si se lo propusieron así o si sencillamente ha ido surgiendo sobre la marcha de dificultades particulares, coyunturales si se quiere, como los conflictos con ayuntamientos como el de Cabarete y conflictos como el que se da entre sindicatos de taxistas y el parque de diversiones Ocean World.
Lo cierto es que con la reunión de la Junta Directiva de Asonahores encabezada por su presidenta Haidée Kuret de Rainieri, con las asociaciones de hoteles y restaurantes del Norte, Ashonorte, la de Sosúa y Cabarete, Ashoresoca y la de Playa Dorada se sienta un precedente importante para ese sector y sobre todo se da un paso hacia la unidad de un sector vital de la economía nacional como es el turismo.
La pregunta obligada es ¿Es eso malo? Claro que no. Todo lo contrario. Reitero no se si se buscó ese propósito inicialmente. Si no es así deben aprovechar la oportunidad.
Al margen de las consideraciones particulares sobre los temas que han suscitado atención de Asonahores, como los conflictos con los taxistas y el ayuntamiento de Cabarete, el hecho cierto es que la República Dominicana requiere un sector turístico fuerte, pero sobre todo unificado, que pueda luchar por el sostenimiento de una industria que genera alrededor de 180 mil empleos directos y cientos de miles de empleos indirectos.
Los Dominicanos debemos dejar de percibir la industria turística como el negocio de los Rainieri, de los Barceló, los García o de los españoles, es hoy por hoy un negocio de la República Dominicana. Sino pregúntese si se consumieran la misma cantidad de pollos, huevos, vegetales etc. sin no tuviéramos una industria turística pujante. Esto para que entendamos el impacto que tiene en provincias que supuestamente no son turísticas esta actividad.
Para que el Estado Dominicano apoye mas la industria turística se requiere un sector verdaderamente unificado articulado sobre las necesidades generales, regionales y locales de cada uno de los destinos del país capaz de motorizar una campaña de creación de conciencia en la población y de sensibilizar a la clase política sobre la necesidad de invertir mas en esa área de nuestra economía.
Seria injusto dejar de reconocer que en los últimos años en Puerto Plata la inversión pública en las áreas turísticas ha mejorado notablemente, pero hace falta un esfuerzo bien articulado y planes a largo plazo para garantizar un mayor nivel de crecimiento.
Felicito a Maximo Iglesias Diego Giribaldi, Roberto Casoni y Haidée Kuret por este primer paso, sigan adelante e integren los de Juan Dolio, Romana-Bayahibe, Samaná y cualquier otro punto del país para hacer una gran alianza nacional pro turismo.
No se si estoy pecando de excesivo optimismo, si es así habría que echarle la culpa a los libros de crecimiento personal, autoayuda que con tanta frecuencia leemos en estos días.
Ojalá este sea el primer paso de un largo esfuerzo por la unidad de un sector de tanta importancia para el país.
Ojalá que viene del árabe y significa algo así como si Dios Quisiera.
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